El síndrome de Intestino Irritable es una alteración gastrointestinal caracterizada por la presencia continua o recurrente de dolor abdominal y la alteración del hábito intestinal, y sin que hasta el momento se reconozca una causa orgánica que explique este trastorno. Es decir que los factores psicológicos son los que repercuten en la aparición y mantenimiento de los síntomas. Aparecen síntomas como: cefaleas, dolor abdominal, hinchazón, gases, estreñimiento e insomnio, entre otros.
Las situaciones de estrés desencadenan en la persona una reactividad intestinal. Algunos comportamientos pueden ser: quejas, caminata encorvada, postura tensa, expresión triste, temblor, llanto e inhibición motora. Esto lleva a interconsultas médicas no siempre justificadas, particularmente al gastroenterólogo o ginecólogo.
Como característica aparece la dificultad en regular la ansiedad o ante la anticipación o exposición a una situación de estrés, generando como consecuencia la evitación de esas situaciones, potenciando así el problema.
Es fundamental realizar interconsultas con un especialista en nutrición para mantener una diesta saludable y en psicología para aprender a regular las emociones que intervienen negativamente en nuestro organismo.

El tratamiento cognitivo conductual le permite a la persona tener mayor control y dominio sobre su malestar, identificar los pensamientos erróneos que influyen en la construcción del sufrimiento, enfrentar los síntomas temidos, disminuir y/o eliminar conductas inadecuadas, adquirir mayor control sobre el organismo, etc. Para esto de emplean técnicas cognitivas y conductuales como:

- Manejo de contingencias: Es una técnica basada en reforzadores positivos (premios) y negativos (ausencia de reforzador positivo) para eliminar determinado comportamiento.
- Desensibilización sistemática: Se emplean técnicas de exposición, imaginarias y reales, para manejar las situaciones de estrés.
- Relajación muscular progresiva: para extinguir las respuestas de ansiedad condicionadas.
- Técnicas de respiración: La respiración diafragmática o abdominal le ayuda a bajar tensiones.
- Habilidades de afrontamiento: Se trabajan con las demandas internas y/o ambientales con el fin de brindarle recursos a la persona para hacer frente a ellas.
- Técnicas asertivas: La capacidad de hacer valer la propia opinión ante los demás se llama asertividad. Ser asertivo consiste en ser capaz de plantear y defender un argumento, una reclamación o una postura desde una actitud de confianza en uno mismo; aunque contradiga lo que digan o hagan las demás personas, o lo que se supone que esté bien para la mayoría.
- Entrenamiento en resolución de problemas: Se emplean medios efectivos para enfrentar los problemas diarios. Permite solucionar los problemas o tomar decisiones importantes.
Fuente: Gonzalez Rato, Ma. del Carmen; Garcia Vega, Elena y Fernández Rodríguez, Concepción. Intervención conductual en el síndrome de intestino irritable: dos estudios clínicos. Facultad de Psicología. Universidad de Oviedo. Psicothema, 1992, Vol. 4; N°2 pp. 513-530
