
El intestino incluye a todos los órganos involucrados en digerir alimentos y transformarlos en desechos. El revestimiento de su intestino suele denominarse “el segundo cerebro”, por este motivo es fundamental cuidarlo.
Hay una enfermedad intestinal, que va en aumento en nuestra sociedad, y es el Colon irritable. La licenciada Lorena Sánchez en su artículo “7 Tacticas para combatir el colon irritable” explica este síndrome y realiza su abordaje desde la psicología.
Así como lo explica la psicóloga, el colon irritable se caracteriza por la presentación de una serie de periodos de constipación a los que sobrevienen episodios diarreicos. La constipación es del tipo espástico acompañados con dolores difusos, flatulencias y distención; la diarrea por su parte también se presenta con dolores.
Desde el abordaje nutricional, te damos algunas recomendaciones para evitar los periodos de dolor:
- Masticar lentamente los alimentos y evitar tragar aire al ingerirlos.
- Comer sentado y en un lugar tranquilo, evitando la ansiedad y nerviosismo en ese momento.
- Es importante consumir por lo menos 2 litros de agua por día, pero estos deben ingerirse alejados de las comidas.
- Consumir pequeñas cantidades de alimentos saludables, por lo menos cuatro veces por día.
- Consumir diariamente variedad de frutas y verduras.
- Si se quieren incorporar legumbres, estás deben estar quedar en remojo 12 horas como mínimo previo a la cocción e incorporarlas preferentemente en puré o procesadas.
- Evitar alimentos fritos, altos en grasas, en azúcar, harinas refinadas y alimentos industrializados.
- Evitar la leche y alimentos muy condimentados.
- Se puede tomar agua de Kéfir (preferentemente en ayunas). Se prueba tolerancia con medio vaso y luego incorporar 1 vaso por día.
- Evitar masticar chicles.
- Realizar prácticas de relajación, como yoga o meditación.
- Hacer ejercicio diario (mínimo 150 minutos por semana).
Sin duda tener una dieta equilibrada y nutritiva es lo más importante que una persona puede hacer para mantener su intestino sano.
Estas recomendaciones son generales, cualquier inquietud no dudes en consultar a un profesional de la salud especializado en el tema.
