La timidez es una sensación de inseguridad que genera vergüenza ante una determinada situación social. Esta sensación aumenta si la situación es nueva, dificultando (o impidiendo) a la persona enfrentar dicho acontecimiento.
Esta sensación de inseguridad puede aparecer desde la niñez, manifestándose en:
a) Déficit o carencia de conductas de interacción con compañeros y adultos.
b) Conductas de ansiedad, de miedo, preocupaciones y pensamientos negativos ante situaciones interpersonales habituales y situaciones que impliquen evaluación.
c) Problemas relativos al concepto de sí mismo y a la afectividad.
Algunas características de los niños tímidos podrían ser:
- Evitan la relación con otros niños y adultos, sobre todo si son poco conocidos. Cuando se relacionan manifiestan nerviosismo, ansiedad, evitan la mirada agachando la cabeza, se ruborizan.
- Realizan rápidamente las acciones. Pasan muchos apuros, intentando pasar desapercibidos para que no les pregunten, ni se dirijan a ellos.
- Rehúyen el contacto físico de sus compañeros y otros adultos.
- Les cuesta entrar solos a una clase o lugar donde estén reunidas varias personas y dirigirse a ellos para pedir o preguntar algo.
- Se suelen inhibir en las conversaciones y trabajos de grupo; cuando intervienen les tiembla la voz, hablan muy bajito y se muestran nerviosos, jugando con las manos o algún objeto que esté a su alcance.
- Tienen pocos amigos, les gusta acaparar la amistad de un compañero y pueden relacionarse con dos compañeros a la vez, pero huyen cuando están entre más de tres niños.
- Les gusta estar y jugar solos tanto en clase como en el patio; se entretienen con algún objeto: pelota, libro, juguete, animales, etc
- Pasan desapercibidos para sus compañeros.
- Les cuesta saludar y responder a saludos o preguntas que se le hagan.
- Les cuesta iniciar una conversación y dirigirse a otros para pedir algo, son capaces de quedarse sin lo que desean antes de pedirlo.
- Son introvertidos y reservados; no hablan de ellos ni de situaciones especiales que hayan vivido.
- Resultan muy pasivos, parece no interesarles nada, sus intereses no los manifiestan.
- Presentan sentimientos de inferioridad, inseguridad y baja autoestima.
- Les gusta salir poco de casa.
- Son muy autoritarios y exigentes con sus padres.

¿Cómo podemos ayudar a estos niños?
-Enseñar que es importante que pueda expresar directamente sus propios sentimientos, necesidades, derechos y opiniones sin amenazar, castigar o violar los derechos de la otra persona. Expresarse libremente pero respetando al otro.
-Proteger sus propios derechos y respetar los de los demás. Comunicarlo de forma clara y directa.
-Aumentar la confianza en sí mismo. Buscar cumplir con sus objetivos e incrementar aquellos en los que presenta mayores dificultades.
-Valorarse a sí mismo y hacer que los demás lo valoren, lo tengan en cuenta y respeten sus deseos, gustos y opiniones.
-Ayudarlos a identificar sus emociones, regular y expresar precisamente aquellas que son negativas como miedo, vergüenza, culpa, etc.
-Escuchar sus pensamientos y corregir los que son erróneos por ejemplo los que se relacionan con la evaluación crítica de los demás.
-Ayudarlos con la socialización pero no ser exigentes con el niño.
Es fundamental aceptar al niño como es, pero es indispensable poder ayudarlo a desarrollarse sanamente y a brindarle herramientas para que pueda incorporarlas en su futuro. La terapia cognitivo conductual es una buena opción para vencer esta dificultad.
