Las frutas suelen ser los alimentos que consideramos sanos para una adecuada alimentación por eso preferimos incorporarlas en nuestra lista de compras, pero al momento de consumirlas, ocurren algunos inconvenientes como los que expresan algunos padres «sabemos que hacen bien, pero ellos prefieren galletitas»; «no sé cómo hacer para que coma»; «compro frutas… pero no les gusta»; «en casa nadie las come y las termino tirando a la basura», etc.
Si a pesar de esto no desististe y consideras que es importante el consumo de frutas para una alimentación adecuada; si sigue vivo tu deseo de que tu hijo las pueda incorporar en su dieta, es probable que pueda ayudarte este artículo.

Para saber cómo actuamos necesitamos reflexionar sobre nuestras acciones y comentarios, por eso a continuación cito algunas preguntas que pueden ayudarte y/o guiarte en tu proceder. Esta puede ser una manera de llegar a tu objetivo de que tu hijo coma frutas.
- ¿Qué cosas suelo comprar en el super?
- ¿Cuántas veces en la semana voy a la verdulería?
- ¿Qué otra opción tengo, además de la fruta, que sea atractivo para mi hijo/a?
- ¿Suelo comer frutas?, ¿qué fruta/s puedo incorporar? Esto es fundamental ya que como padres somos su ejemplo.
- Las frutas ¿están al alcance del niño? Si no están en un lugar visible y accesible, es probable que elijan otra cosa.
- Ofrecer frutas como primera opción cuando dice «tengo hambre». Ofrecer las frutas sin rendirnos, aunque siempre digan que «no quieren» seguir ofreciéndola en todo momento del día.
- Jugar y experimentar las frutas a traves de los sentidos: ¿qué olor tiene?, ¿cuál es su sabor?, ¿qué textura tiene?
- Ir a la verdulería juntos dando la posibilidad de que el niño pueda elegir la fruta que más le llame la atención.
- Alimentarnos sanamente no significa hacerlo de un modo aburrido. Se puede jugar a cocinar una ensalada de frutas para compartir en familia, a quién come más rápido esa fruta, a comerla más lento, etc. Usar la creatividad es muy positivo en estos casos.

Los adultos somos responsables de la alimentación que elegimos, decidimos sobre la calidad de lo que consumimos, pero los niños pueden elegir la cantidad de eso que le ofrecemos. Depende de nosotros que ellos puedan modificar su conducta y optar por alimentos más sanos.


Un comentario en “«Mi hijo no come frutas»”