¿Verdadero o Falso? 

EDULCORANTES

Los edulcorantes artificiales pueden producir cáncer

FALSO, el consumo de edulcorantes no es cancerígeno, es seguro.

Anteriormente se consideraba que el ciclamato de sodio y la sacarina causaban cáncer, sin embargo los estudios se hicieron en ratas con dosis más altas de las que consume un humano y por mecanismos que solo se presentan en las ratas, por lo que se reconsideró esta afirmación. Cada edulcorante tiene establecida su ingesta diaria aceptable, es decir, la cantidad máxima considerada segura para consumo diario durante toda la vida. Estas cantidades se establecen en función de los estudios de seguridad realizados y están fijadas, además, en un nivel 100 veces inferior a la mínima cantidad que puede causar problemas de salud. Es necesario recalcar que todos los edulcorantes pasan grandes controles de seguridad, siendo autorizados tanto por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como por la Food and Drug Admiinistration (FDA), realizándose rigurosísimos controles de seguridad debido al conocimiento de su metabolismo, en relación a las ingestas seguras, su toxicidad, así como la posible genotoxicidad o carcinogenicidad.

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Los edulcorantes no tienen calorías

VERDADERO,  los edulcorantes aprobados para consumo humano no tienen calorías con lo cual son útiles para pacientes con diabetes o tratamientos de descenso de peso.

Unas observaciones a tener en cuenta es que distintos estudios indican que el consumo de estos edulcorantes podría tener efectos negativos en la microbita intestinal y alterar de algún modo nuestras “bacterias buenas”, por otra parte también está en estudio el efecto que tienen en el estímulo de la insulina provocando el deseo por alimentos dulces, pero aún es necesario profundizar en la investigación de estos efectos para definir alteraciones en nuestro metabolismo.

Mientras se continúen realizando investigaciones por estos temas, se sugiere no abusar de los edulcorantes. No hay estudios que confirmen un daño a la salud cuando se consumen en cantidades sensatas. Y tampoco se pone en duda que son una herramienta fundamental a la hora de sustituir el azúcar.

Ante la duda, y asegurando la salud  consumir con moderación o mejor aún elegir lo natural.

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