5 maneras para manejar el enojo

Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, es una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos influidos por la experiencia.
Todos los seres humanos nacemos con determinadas emociones básicas que nos sirven como función adaptativa al ambiente. El enojo, como emoción básica, se manifiesta cuando nos vemos sometidos ante situaciones que nos producen frustración o que nos resultan aversivas.

La intensidad, frecuencia y duración del enojo varía entre diferentes personas. Por ejemplo, el enojo de una persona se puede intensificar rápidamente después de una situación provocativa y llegar a la explosión de su conducta en cuestión de sólo unos minutos. El enojo de otra persona, por su parte, puede escalar lenta pero continuamente durante varias horas antes de «explotar». Sin embargo, ambas personas se enojan, a pesar de las diferencias en la rapidez con la que se intensifica el enojo o la frecuencia con la que lo experimentaron.

Es importante antes de actuar, poder prestar atención a las señales fisiológicas, a lo que estoy sintiendo emocionalmente, al modo de reaccionar y a las consecuencias que desencadenarían esa acción. Si no usamos estrategias para controlar el enojo, podemos sufrir de manera prolongada generando así consecuencias muy negativas en nosotros y/o en los demás.

¿Como logro regular el enojo?

A continuación, planteo algunas estrategias que ayudan al control de esta emoción.

  • Detenerse: parar la conversación que está provocando esa emoción y dirigir nuestra atención a un estímulo más agradable del ambiente. Si la emoción se intensifica, se recomienda abandonar la situación que la está causando.
  • Buscar un momento para estar cómodo. Elegir un ambiente en el que podamos sentirnos cómodos, concentrarnos en nuestro cuerpo, notar la tensión que hay en él, empezando por los pies y continuamos hacia la cabeza. Evaluar si sentimos la tensión en las piernas, en el estómago, manos, brazos, hombros, cuello o cara, etc. Una vez identificada la tensión, hay que tratar de liberarla y para esto vamos a concentrarnos en la respiración.
  • Prestar atención a la respiración. Registrar como entra y sale de nuestro cuerpo. Respirar profundamente, dirigiendo el aire inspirado a la parte inferior de los pulmones. Para ello, se aconseja colocar una mano encima del vientre (por encima del ombligo) y otra encima del estómago. El ejercicio se realiza correctamente cuando se percibe el movimiento en la mano situada en el abdomen, no en el estómago.
  • Auto instrucciones: 1) Mantener pensamientos sin agresión: por ej. decirse a sí mismo «respira, tranquilo, no pasa nada grave, etc.» 2) Control: puedo controlar a la situación o a mi comportamiento: percibir que el conflicto es manejable por ej. “ok, esto no es el fin, es sólo un problema que tengo que resolver”; «¡basta, contrólate! ¡alto, no pierdas el control!». 3) Descomponer la situación en varios componentes: por ej. “este problema puedo solucionarlo parte por parte, empezaré por…” 4) Planear la solución del problema: por ej. “¿cómo puedo solucionarlo?, ¿qué necesito para solucionarlo?,¿qué pasos debo seguir?” y luego evaluar lo realizado “¿cuál fue el resultado de lo que pensé?, ¿qué consecuencias negativas hubo? ¿cuáles fueron las consecuencias positivas que obtuve?”. 5) Tener perseverancia: a veces las soluciones que nos planteamos no dan buenos resultados; pero no por eso hay que desistir en encontrar la mejor solución, por ej. “el problema no se solucionó, es mejor tratar de solucionarlo cuando me encuentre más tranquilo”. 6) Identificar las consecuencias que se obtuvo al haber expresado el enojo sin agresión. Estas consecuencias refuerzan una conducta más adaptativa.
  • Influir sobre mis emociones. Ante una situación que me genera malestar puedo elegir exponerme a un estímulo del ambiente, o a otro. De esta manera cambio la situación en una dirección (o en otra). Puedo modificar mi atención a determinados elementos que están en el ambiente o bien, puedo elegir actuar u omitir mi comportamiento. Así voy a ir regulando mi respuesta emocional y voy a ir extrayendo ciertos significados que incidirán en mi posterior estado emocional.

Si no logro manejar mis emociones, ellas me manejarán a mi…

Publicado por Lorena Sánchez

Lic. en Psicología. Especialista en Psicoterapia Cognitiva Conductual.

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