¿Cómo controlar pensamientos negativos y emociones desagradables?

Tanto los pensamientos como las emociones pueden hacernos daño. Esto se debe a que suelen aparecer de un modo recurrente y consideramos no tener el control de la situación, sintiéndonos prisioneros de ellos.

Lo que no registramos es que ellos dependen de nosotros. Por lo tanto, si corregimos los pensamientos erróneos y regulamos las emociones negativas vamos a tener una mejor calidad de vida pero ¿cómo hacemos para tener el control?.

A continuación hay propuestas de actividades para realizar:

1. El ejercicio físico: Previene el desarrollo de la depresión, reduce las preocupaciones y las indecisiones. Al hacer ejercicio, centramos la atención en el cuerpo y no en los pensamientos obsesivos o negativos.
El ejercicio también aumenta el grado de satisfacción ante la vida porque nos motiva a continuar. Si lo realizamos en grupo, podemos contar con el apoyo y anímo de los compañeros.

2. Bailar: Soltar el cuerpo nos ayuda a liberar las tensiones, aquietar la mente y bajar los niveles de malestar. «Cuando el cuerpo se cansa la mente descansa».

3. Técnicas de relajación, meditación y ejercicios de visualización: Son herramientas que permiten disminuir no sólo pensamientos sino también emociones como la angustia y ansiedad.

4. Ejercicios de respiración: Es necesario observar nuestra respiración. Si estamos atentos a ella, esta se vuelve más tranquila y profunda, y corremos el foco de atención a los pensamientos.
La respiración es la mejor manera para aquietar la mente y bajar nuestras emociones y sensaciones desagradables ya que se encuentra íntimamente unida con lo emocional, lo psicológico y lo anímico. Si la focalizamos en el abdomen nos ayudará a centrarnos y si la mantenemos en el pecho, nos ayudará a sentir, a vivir los sentimientos y expresar las emociones.

5. Permanecer en el aquí y en el ahora: Cuando estés haciendo algo, dedícate de lleno a eso, sin anticiparte con tus pensamientos.

6. Caminata conciente: Camina lentamente intentando sincronizar la respiración con cada paso. Inspira al levantar el pie del suelo y espira al apoyar el pie… desde el talón a la punta de los dedos de los pies.
Esta es una forma de meditar en movimiento para “parar la mente”.

7. Realizar paseos en la naturaleza: Presta atención a todo lo que tenes alrededor. Luego, centra esa atención a tus pensamientos, a tus sentidos, a tus sensaciones y al cuerpo. Busca momentos de quietud y deja que la naturaleza te acompañe.

8. Rompe la rutina y «cambia de aire». Estar en otro lugar implica cambiar el paisaje y por lo tanto ayuda a cambiar los pensamientos. Hay otros estímulos externos que pueden favorecer esa modificación.

9. Busca momentos de interiorización y dedícate un tiempo para vos. Si vivimos siempre hacia fuera, hacia los demás, perderemos la serenidad. Hay que vivir hacia fuera y hacia dentro, en equilibrio.

10. Manten una actitud tranquila en las comidas: No sólo es importante lo que comemos sino la actitud con la que comemos, por eso se aconseja comer en un ambiente tranquilo y sin prisas. Para esto es necesaria la respiración consciente antes de ingerir.

11. Duerme lo suficiente: Intenta mantener la habitación a oscuras y sin ruido durante la noche para obtener un buen sueño reparador.

12. Haz una lista de actividades potencialmente agradables: Lo que te gustaría hacer, las actividades que sueles postergar, las que realizabas antes y te gustaban.
Cómo sugerencia se puede realizar un plan semanal de actividades placenteras a realizar, intentando ser lo más preciso posible en cuanto a horarios y lugares en los que las pondrás en práctica. Luego clasifícalas con el n° 1, 2, 3.
Las n° 1 son las de máxima prioridad y para hacer en el día.
Las n° 2 son muy importantes, para hacer pronto pero no necesariamente ese día.
Las n° 3 son importantes pero no urgentes.

13. Realiza y colorea un mandala: Los mandalas son dibujos simbólicos que se utilizan en oriente como ayuda a la meditación y son utilizados como puerta de entrada a la consciencia. También se puede utilizar crucigramas u otra actividad que ayude a despejar la mente.

14. Dibuja las siluetas de tus manos poniéndolas sobre un papel: En la silueta de la mano izquierda escribe qué cosas de tu vida eliges recuperar para no estar con malestar. En la derecha, cosas que quieres dejar de tu vida para disfrutar más de ella. Luego dejar la hoja en un lugar visible que te ayude a recordar tu decisión.

15. Dibuja el paisaje de tus sueños: En un papel dibuja el lugar donde te gustaría viajar, puede ser real o imaginario. Luego de visualizar ese paisaje, cierra los ojos e imagina que estás ahí. Imagina estando con tus sentidos bien activos, siente el aroma, escucha el ruido, observa lo que visualizas en forma colorida, evalúa el sabor que sentís en ese momento, registra la temperatura del cuerpo y los movimientos que realices.

Estas son algunas sugerencias que se pueden poner en práctica todos los días. No necesariamente hay que realizarlas a todas sino las que mejor funcionen con uno mismo.

Ansiedad social: una dificultad que potenció la pandemia

¿Cómo saber si una conducta es correcta o incorrecta cuando estoy frente a otras personas?
La conducta socialmente inadecuada puede provenir porque la persona en un determinado momento comienza a tener un pensamiento irracional e incorrecto; una reaccion emocional excesiva o deficiente ante determinada situación, o bien, porque manifiesta patrones de conductas disfuncionales.
Las emociones se expresan en nuestro comportamiento. Las reacciones emocionales emergen de suposiciones y/o evaluaciones que hacemos de determinado estímulo del ambiente o de lo que percibimos en nuestro interior. A veces somos conscientes de esos pensamientos, pero también pueden aparecer automáticamente. Así, por ejemplo podemos sentir ansiedad no ante la situación objetiva, sino ante la interpretación que hacemos de esa situación.
Las personas que padecen ansiedad viven en una constante batalla con ellos mismos porque buscan frenar el malestar que ella les ocasiona ya que afecta significativamente los distintos ámbitos de su vida.
Quiénes sufren ansiedad en lugares públicos pueden sentir fobia social. Estas personas interpretan erróneamente las situaciones ya que suelen adelantarse a los problemas antes de que éstos aparezcan, exagerar la importancia del problema, dramatizar o evitar las situaciomes y dar un significado al comportamiento de los demás que va más allá de los propios hechos. Otras características son el exceso de autoobservación ya que continuamente están observando su comportamiento y sus comentarios; así como centrar la atención exclusivamente a sus comportamientos sociales inadecuados, agrandándolos y dramatizando la importancia y las consecuencias negativas de los mismos. Esto contribuye a aumentar las respuestas fisiológicas de ansiedad y, en consecuencia, al aumento de «conductas torpes».
Es importante comprender esto para reducir el nivel de ansiedad y tolerar aquellos pensamientos que aparecen de forma automática como respuesta a situaciones que le preocupan a la persona. Cuanto más se evalúen y se trabajen estos pensamientos disfuncionales, más fácil se detectarán para eliminarlos. En cambio, cuanto más tiempo permanezcan las verbalizaciones del tipo «no lo puedo hacer», «no estoy en condiciones», «no me encuentro bien», «mejor lo dejamos para otro día», etc., más miedo se autogenera y más creíbles le parecen las expectativas negativas. Esto aumenta la probabilidad de que, al final de este proceso, evite el enfrentamiento con la situación temida.
La evitación a una situación temida o incómoda provoca alivio inmediato de la ansiedad pero refuerza negativamente el comportamiento evitatitvo, lo que disminuye la probabilidad de exponerse la próxima vez. Si bien aparece un alivio inmediato después de la evitación, a mediano plazo aparecerá desánimo y aumento de desesperanza ante la solución del problema. De esta manera se va acrecentando el problema.
El objetivo de este gran inconveniente es superar la evitación y romper la asociación entre la ansiedad y situaciones sociales concretas. Esto se realiza de forma gradual y con tratamiento psicológico.

Para quienes sufren este problema, se aconseja que en situaciones en la que uno se encuentra molesto o ansioso, puedan preguntarse:
– a. ¿Cómo me siento?
– b. ¿En qué situaciones he estado envuelto últimamente?
– c. ¿Que pienso sobre mí?
– d. ¿Qué pienso sobre la/s otra/s persona/s?
– e. ¿Qué pienso sobre la situación en particular?

Recomendaciones:
1. Asignar media hora al día para detenerse a identificar esos pensamientos negativos.
2. Registrar los pensamientos negativos que acompañan a una emoción negativa importante.
3. Evaluar los pensamientos que se asocian con las emociones negativas y con los acontecimientos precipitantes ambientales.
4. Estudiar las características de los pensamientos desadaptativos. Algunas de ellas son:

  • Automáticos: aparecen sin ningún esfuerzo por parte de la persona.
  • Distorsionados: no encajan con los hechos.
  • Poco útiles: generen y mantienen la ansiedad haciendo difícil el cambio.
  • Involuntarios: la persona no escoge tenerlos y, además, puede ser muy difícil desembarazarse de ellos.

AYUNO INTERMITENTE

Según la revista New England Journal of Medicine en un artículo publicado en el 2019 llamado “Efectos del ayuno intermitente en la salud, envejecimiento y la enfermedad”, refiere que se está acumulando evidencia de comer en un periodo de  horas y ayunar durante las horas restantes tiene muchos beneficios para la salud.

Muchas personas escuchan  la palabra “Ayuno” y se asustan, por este motivo vamos a conocer un poquito más de que se trata…

¿Qué es el ayuno intermitente?

Es un periodo de horario del día  donde solo se ingieren líquidos, evitando los alimentos sólidos, permitiendo así un reposo y reparación digestiva.

Se puede ayunar  durante  10 o 12 horas y consumir alimentos durante las  14 o 12 horas restantes, hasta llegar a ayunar durante 16 horas o más y consumir en la ventana alimentaria de 8 horas o menos.

El horario se elige de manera personal según los hábitos de la persona pero se recomienda realizarlo desde la merienda, es decir se puede consumir una completa merienda o bien adelantar la cena (o sea cenar temprano). Aunque a algunas personas les facilita saltearse el desayuno.

¿Qué se puede consumir en el periodo de  ayuno?

Sólo se consumen alimentos líquidos pero sin calorías, ejemplo: infusiones (variedades de te, mate cebado, mate cocido, ocasionalmente café), caldos de verduras colados, y fundamentalmente  mucha cantidad de agua. Evitar el uso de edulcorantes artificiales, leche, cremas, jugos y licuados.

¿Cuáles son sus beneficios?

  • Cambio metabólico.
  • Mayor resistencia al estrés.
  • Mejora el perfil lípidico, reduciendo el colesterol y los triglicéridos.
  • Ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Ayuda a eliminar masa grasa, manteniendo masa magra.
  • Retrasa el envejecimiento.
  • Menor incidencia de enfermedades degenerativas e inflamatorias, incluida el cáncer y la obesidad.
  • Reduce la mortalidad.

Aspectos a tener en cuenta:

  • Durante la ventana alimentaria es fundamental tener una alimentación variada y saludable. Realizar actividad física acorde a la edad.
  • Empezar de a poco. Por ejemplo  primero podes reducir la cantidad de comidas que realizas en el día (de 6 comidas disminuir a 4), luego reducir la cantidad de ingesta en el desayuno, hasta que no te cueste desayunar, luego empezar con ayunos de  10 horas, después 12 horas, hasta llegar al objetivo.
  • Es importante saber que NO lo pueden realizar todas las personas: por ejemplo personas que tengan alguna enfermedad como diabetes tipo 1, insuficiencia hepática o renal, trastornos de alimentación o bajo peso, entre otras. Tampoco se pueden realizar en etapas de embarazo,  lactancia, adolescencia y niñez.
  • También hay personas que no les sirve dado que cuando comienzan a consumir sufren atracones o ansiedad excesiva.

El Ayuno Intermitente NO es una dieta, es un estilo de vida, que ha revolucionado la manera de comer en muchas personas por los beneficios que experimentan a nivel de la salud en general, pero por los motivos mencionados anteriormente  es aconsejable realizarlo bajo supervisión médica y/o nutricional que realicen un seguimiento y aporten recomendaciones adecuadas y personalizadas.

¿Diabetes emocional?

Las emociones generan cambios en el organismo. Si las emociones son intensas y se mantienen por un periodo de tiempo prolongado pueden ocasionar enfermedades psicosomáticas o producir ciertas alteraciones en nuestro cuerpo, por ejemplo como ocurre en el caso de la diabetes. En la diabetes, las emociones pueden elevar los niveles de azúcar en sangre desencadenando así la hiperglucemia.

Este incremento de azúcar puede ser consecuencia de experimentar ciertas vivencias emocionales que alteran el funcionamiento del organismo, tanto en la absorción como en la liberación de azúcar en la sangre. El «azúcar emocional» aparece cuando hay un alto nivel de azúcar en sangre, sin ser causado por factores biológicos, o ante una mayor ingesta de alimentos que contengan azúcar.
Las emociones intensas como por ejemplo la ira, provoca conflictos en el ámbito laboral y familiar. Esto aumenta el nivel de estrés en la persona, facilitando así el aumento de azúcar en sangre. Si la hiperglucemia se mantiene en el tiempo produce diabetes emocional.

Por otro lado, el hecho de padecer está enfermedad genera ciertas emociones y reacciones tales como:
– Negación: negar que existe la enfermedad, considerar que el diagnóstico es incorrecto, negar realizar el plan de control o el nuevo estilo de vida ya que puede considerarse muy dificil de realizarlo.
– Culpa: por generar sufrimiento en los más allegados, por no mantener hábitos saludables que provocan ese diagnóstico. Además de la culpa, puede aparecer tristeza o vergüenza.
– Enojo: por padecer la enfermedad, por cambiar su estilo de vida, por tener que adoptar nuevos hábitos o comportamientos.
– Confusión: por no saber cómo manejar el diagnóstico, por los nuevos hábitos: dieta, incorporar un nuevo plan de alimentación saludable, ejercicio físico regular, control diario del nivel de glucosa en la sangre, consumir ciertos medicamentos, etc.

Las personalidades más vulnerables a contraer diabetes emocional son aquellas que suelen ser competitivas, agresivas, culposas, depresivas o en las ansiosas. Por supuesto que no hay que generalizar porque cada caso es distinto, ya que cada persona tiene diversas experiencias, selecciona algunas como significativas y otras insignificantes, utiliza estrategias de soluciones variadas y le afectará lo ocurrido de diversos modos, repercutiendo de modo variado en los distintos ámbitos donde se encuentra. Mas allá de eso, es importante tener en cuenta que puede existir la posibilidad de padecer diabetes emocional si no comos capaces de procesar y regular nuestras emociones, si presentamos elevados niveles de estrés y utilizamos estrategias inadecuadas para abordar esas situaciones conflictivas.

Para esta enfermedad se requiere que el tratamiento sea médico, nutricional y psicológico. Médico para regular al organismo, nutricional para incorporar alimentos sanos y psicológico para aprender a identificar y regular las emociones. Esto es fundamental ya que si no se regulan puede entorpecer la recuperación y desencadenar otras enfermedades.

Semillas: pequeños tesoros milenarios

Las semillas comestibles figuran entre los primeros productos alimenticios cultivados por el ser humano. Ellas constituyen el origen de la nutrición, dado que en las condiciones adecuadas permiten el nacimiento de una nueva planta.

Las más conocidas son: chia, lino, sésamo (blanco y negro), amapola, girasol, calabaza, hinojo, entre otras.

Estos pequeños tesoros milenarios aportan  muchas propiedades beneficiosas para la salud: son fuente de  grasas saludables  (principalmente omega 3) y proteínas, también son altas en  fibra, vitaminas y  minerales.

Un dato muy importante a tener en cuenta es que para aprovechar los nutrientes que tienen en su interior debemos  Activarlas. La activación consiste en despertar la semilla, rompiendo su corteza,  eliminando los antinutrientes que tienen en ella y así gozar de sus propiedades nutricionales.  El remojo es una de las técnicas  de Activación:

1er paso) Lavarlas: colocando las semillas en un colador bajo un chorro de agua o bien dejarlas con agua oxigenada (volumen 37 en 2 a 3 cdas soperas x ltro de agua) por 15 o 20 minutos y luego enjuagarlas.

2do paso) Remojo: dejarlas en agua durante  6 a 8 horas.

3er paso): Enjuagarlas: este procedimiento es con un colador bajo un chorro de agua removiendolas (para evitar que queden esos antinutrientes que no queremos ingerir).  Las únicas semillas que no hace falta este paso son la chia y  lino que es conveniente consumirla con la misma agua de remojo.

Para potenciar su calidad nutricional se pueden triturar antes de comenzar la activación.

Luego se pueden guardar en heladera por 3 días o bien secarlas en el horno con la puerta un tanto abierta.

Vamos a conocer a algunos de estos tesoros:

Semillas de chia: ellas son la fuente vegetal más rica en Omega 3 (un ácido graso esencial para la salud del corazón), también aportan  fibras y proteínas. Tienen minerales como calcio, fósforo, potasio y magnesio,  y vitaminas A, B, C y E. Estas semillas son  destacadas dado  que  sus propiedades ayudan principalmente en el cuidado de la salud cardiovascular, reduciendo el colesterol y controlando la presión arterial, también mejoran  el sistema digestivo en general  y regulan el tránsito intestinal. A su vez  colaboran en el cuidado de la piel y en la pérdida de peso, ayudan al control de la diabetes, previenen la osteoporosis, la artritis y favorecen  la fertilidad.  Por sus propiedades  antioxidantes se consideran anticancerígenos. Son especialmente recomendadas en personas con alimentación basada en plantas, vegetarianas y veganas.

Semillas de chia

Semillas de Lino:  son grandes fuentes de fibra y proteínas de origen vegetal. Son principalmente ricas en omega 3  y también aportan minerales como el magnesio, calcio, hierro, potasio, manganeso , sodio y vitaminas del grupo B y C. Estas semillas  fundamentalmente ayudan a mejorar el tránsito intestinal y  a prevenir enfermedades cardiovasculares,  también previenen enfermedades  inflamatorias y diabetes. Colaboran en la pérdida de peso dado que ayudan a mantener el estomago lleno, son importantes para prevenir algunos tipos de cáncer, disminuyen los  síntomas menopaúsicos y fortalecen el cuidado de la piel, pelo y uñas. Para aprovechar bien sus nutrientes se recomienda consumirlas trituradas. No se recomienda consumirlas en embarazos.

Semillas de lino

Semillas de sésamo:  Estas semillas son principalmente  fuente de Calcio, importante tenerlas en cuenta si no se consumen lácteos. También aportan  fibras, proteínas vegetales y minerales como  zinc, hierro, potasio, fósforo, magnesio y vitaminas del complejo B,  E y K. Tienen propiedades anticancerígenas , ayudan a proteger la piel, el pelo y la salud del corazón. También mejoran la digestión, controlan la diabetes y ayudan a mantener los huesos fuertes y la salud bucal. Son muy recomendables en personas mayores, mujeres en proceso de menopausia y en personas con alimentación basadas en plantas, vegetarianas y veganas.

Semillas desésamo

Todas las semillas se pueden incorporar en preparaciones dulces o saladas, en panificados, en untables, en yogur (pudding), en smoothie, en licuados, en sopas entre otros.

Si bien conocimos los beneficios, es importante saber que su consumo excesivo puede traer malestares: como diarrea, inflamación,  gases o algunas hasta pueden  interferir con ciertos medicamentos, tampoco son recomendables en pacientes con divertículos.

Por todos estos motivos es importante consultar siempre a su médico y/o nutricionista y saber que la clave en una alimentación saludables es consumir variado y en cantidades recomendadas según las necesidades de cada persona.

Tips para mejorar el rendimiento escolar:

El rendimiento escolar de nuestros hijos es un tema que suele generarnos preocupación constante a lo largo de todo el año lectivo. Si nuestro hijo cumple medianamente con nuestras expectativas estaremos relajados, pero en caso de que no sea así, hay que tener en cuenta las múltiples causas que pueden estar incidiendo en su mal rendimiento escolar.

Las causas pueden estar relacionadas con factores internos tales como: influencia genética; por falta de motivación al estudio o al momento de acudir a clases; o por problemas más complejos como ciertos trastornos por ejemplo el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), dislexia, disgrafía, etc. Para estos casos, para saber si presenta algún problema específico de aprendizaje, se requiere de una interconsulta con un profesional. Cada caso es diferente y requerirá una evaluación personalizada ya sea con un licenciado en psicopedagogía (en caso de dificultades específicas de aprendizaje) o en psicología (en caso de factores personales, emocionales, familiares, etc que influyan en el rendimiento escolar). 

También existen causas por factores externos: como ciertas condiciones ambientales, el entorno socio-cultural o emocional de la familia que llevan a generar dificultades en el aprendizaje.

Es importante considerar el ritmo de aprendizaje de su hijo, las habilidades y dificultades que presenta, ya que algunos chicos necesitan más tiempo que otros para integrar e incorporar la información a estudiar. Se requiere tener en cuenta la atención individualizada que necesita cada estudiante.

Por lo tanto, cuanto antes evaluemos la situación e intervengamos para corregir la dificultad, mejor será el pronóstico. 

Aspectos a tener en cuenta para mejorar el rendimiento académico:

  • Motivación: Si no hay motivación al momento de estudiar, es muy difícil mantener un rendimiento óptimo. Por eso es fundamental generar motivación, para esto se recomienda que el chico primero cumpla con sus responsabilidades para luego adquirir algo que desea por ejemplo que sepa que para ir con sus amigos, antes tendrá que completar sus estudios.

Por otro lado, hay que tener en cuenta si esa desmotivación surgió de repente o fue agravándose con el paso del tiempo. En este último caso puede deberse a factores externos.

  • Trayectoria: Se refiere a la actitud que fue construyendo a lo largo de su experiencia académica. Hay quienes han presentado dificultades en el procesamiento y comprensión de la información que tienen que estudiar y quiénes han adquirido con rapidez los conocimientos. 

En el primer caso, puede aparecer desinterés en el estudio, por las dificultades que tuvieron que atravesar en todos los años previos. Esto dificultaría la motivación por el estudio.

En el segundo caso, puede aparecer confianza en sí mismo como consecuencia de «entender rápido» pero a veces esto no es suficiente para aprobar y/o aprender.

  • Hábitos de estudio: Estos influyen significativamente, ya que si hay hábito de estudio es porque anteriormente se han cumplido y mantenido en el tiempo con ciertas pautas, como estudiar todos los días una cierta cantidad de tiempo, en un horario determinado, en un mismo lugar, etc. 

Si no han incorporado hábitos de estudio en la niñez, se dificultará más adquirirlos en la adolescencia. A pesar de esto, siempre estamos a tiempo de generar esos hábitos.

Para generar hábitos de estudio es importante tener las condiciones necesarias para estudiar. Por lo tanto, se requiere además del material de estudio apropiado, un espacio suficiente en un lugar silencioso y alejado de elementos distractores como ventanas a la calle, televisión, etc., iluminación y temperatura adecuada. El estudiante puede personalizar su rincón de estudio según sus gustos y preferencias para sentirse cómodo en él.

  • Plan de estudio: diseñar un plan de acción para estudiar de manera eficaz ayuda a la motivación, a la autonomía y autoestima.

Para esto diseñamos en conjunto con nuestro hijo, los objetivos que queremos alcanzar teniendo en cuenta sus posibilidades. Puede haber objetivos a corto, mediano y largo plazo. Empezamos con el objetivo final por ejemplo «pasar de año» y luego marcamos los necesarios para alcanzarlo; por ej. a corto plazo «estudiar cierto tiempo todos los días»; a mediano plazo «cumplir con los trabajos y tareas de todas las materias en la semana» y a largo plazo por ej. «no dejar tareas ni trabajos inconclusos en el mes».

Cómo alternativa, podemos proponerle que diseñe solo su plan de estudio y luego supervisar para realizar correcciones que consideremos necesarias.

  • Ser un buen modelo: nuestros hijos aprenden más por lo que ven de nosotros que por lo que le decimos porque somos sus modelos de referencia. Pesa más nuestras acciones en vez de nuestras instrucciones.

Por lo tanto es necesario dialogar con él/ella de manera sincera para expresar nuestro deseo e intención ante el estudio, brindarle ayuda y/o apoyo, sentarme a estudiar con él/ella, tener en cuenta las asignaturas y fechas de exámenes, buscar recursos que faciliten su estudio como un profesor particular, acompañarlo a una biblioteca, buscar información en internet o lo que se considere necesario para que note nuestra predisposición en ayudarlo. Antes de recriminarle o reclamarle el cumplimiento de sus deberes, se le puede mostrar los aspectos en los que ha avanzado positivamente (esto le dará seguridad y notará nuestra confianza en sus capacidades).

Otras sugerencias:

  • Asista regularmente a las reuniones del colegio de su hijo. 
  • Procure mantener siempre una opinión positiva y colaborativa con la institución educativa. 
  • Intercambien información acerca de los avances de su hijo. La maestra y/o profesores pueden comunicarle los puntos fuertes y débiles del estudiante para poder reforzarlos en casa. Hay que tener en cuenta también el estilo de aprendizaje qué predomina para facilitar la comprensión del material de estudio. No obstante, si nuestro hijo no avanza en el estudio, tendremos que modificar su forma de aprender.

Más allá de lo expuesto, para lograr el éxito en el estudio es importante contar con expectativas realistas y no exigir por encima de las posibilidades y capacidades de nuestro hijo. 

7 Opciones de Meriendas Fáciles y Saludables

La merienda es una comida muy importante porque nos evita llegar con tanto hambre a la noche y de esta manera podemos cenar menos cantidad.

Es muy importante que esta comida te dé saciedad, para ello la clave es que tenga algún alimento proteico (quesos o fiambres magros o huevos o legumbres) + algo de fibra (panes o galletitas integrales, salvados, fruta fresca, frutos secos, semillas)

Para que puedas variar todos los días y no te aburras te doy estas meriendas saludables:

  1. Uno clásico: Infusión con leche + rebanadas de pan negro, mermelada y queso untable
  2. Uno rápido: Licuado de frutas + frutos secos + porción de queso compacto
  3.  Uno veraniego: Yogur + frutas + galletas de arroz con queso
  4. Uno vegetariano: Leche vegetal + Pancakes  de avena + fruta fresca + semillas
  5. Uno vegano: pudding de chia + tostadas integrales con hummus de garbanzo
  6. Uno proteico: Infusión + pan nube con queso cremoso y palta
  7. Uno para calmar el hambre: Café cortado con leche + pan de avena + revuelto de huevo jamón y queso tybo

Probalas que te van a encantar!!!

8 rasgos que definen a una persona celosa

Los celos constituyen un sentimiento o una emoción que surge como consecuencia de un exagerado afán de poseer algo de forma exclusiva («me perteneces») y cuya base es la infidelidad-real o imaginaria- de la persona amada. Los celos son un fenómeno común en nuestra sociedad, no siendo en todos los casos un problema psicopatológico.

El significado real del término celo es el de cuidado, interés, y esmero. Ser celoso es una cualidad que permite cuidar aquello que más quiere y desea una persona para que nadie se lo arrebate. Por tanto el papel adaptativo de los celos estaría en asegurar la estabilidad de la relación y la de prevenir, hasta cierto punto, la promiscuidad.

No es fácil, por tanto, establecer el límite entre los celos normales y los celos patológicos, pero existen diferentes grados.

¿Cómo saber si tengo celos patológicos?

Hay que tener en cuenta tres características nucleares:
1) La ausencia de una causa real desencadenante.
2) La extraña naturaleza de las sospechas.
3) La reacción irracional, con pérdida de control, de la persona afectada.

¿Cuándo los celos se vuelven patológicos?

Lo que confiere un carácter patológico a los celos son:
1) La intensidad desproporcionada de los celos.
2) El sufrimiento experimentado por el sujeto.
3) El grado de interferencia grave en la vida cotidiana.

¿Cómo es la personalidad del celoso?

La personalidad celosa viene configurada por una vulnerabilidad psicológica: en una relación de pareja hay que aceptar un cierto grado de incertidumbre en relación a la posible pérdida o abandono del otro. Un factor de vulnerabilidad sería una necesidad extrema de certeza unida a una necesidad de control de la persona amada. Estos dos factores se relacionan también con la historia de aprendizaje de la persona.

En la personalidad celosa aparecen las siguientes características:
1) Hay mucha inseguridad en sí mismo.
2) Aparecen rasgos predominantes de dependencia emocional. En las dependencias emocionales se destacan las siguientes características:
– Una preocupación extrema a ser abandonada/o.
-Una clara y elevada necesidad de apoyo.
-Una necesidad excesiva de aprobación por parte de los demás.
-El gusto por las relaciones exclusivas. Se quiere disponer continuamente de la presencia de la otra persona como si estuviera «enganchado» a ella o a él.
-Una tremenda necesidad afectiva.

No todos los dependientes emocionales son celosos, pero sí todos los celosos tienen rasgos dependientes.

¿Cómo saber si soy víctima de acoso laboral?

Se considera acoso personal a cualquier acto hostil u ofensivo, cualquier expresión o declaración despectiva, incluida la incitación a cometer esa conducta, que causa angustia a una persona. El acoso personal abarca muchas actividades, hechos y situaciones que pueden ocurrir en el lugar de trabajo. El tipo de comportamiento que puede causar angustia u ofensa va desde algo muy evidente, como la agresión física, hasta algo muy sutil, como la continua desautorización de un colega.

A menudo, una persona acusada de conducta acosadora puede no ser consciente del efecto que su comportamiento tiene sobre ciertas personas. Eso se puede deber a que el comportamiento es considerado común y aceptable en ese lugar de trabajo. Sin embargo, ninguna conducta que cause malestar a otro empleado es aceptable. Todos los empleados tienen que reflexionar sobre su propia conducta y la de sus colegas y pensar si será inaceptable u ofensiva. Para esto, es importante dar a los empleados una orientación clara sobre qué es y qué no es aceptable ya que cualquier forma de acoso personal es un delito grave.

Aunque muchas veces no se los denuncia a los acosadores, estos por lo general son bien conocidos en ese ambiente de trabajo y usan la agresión para conseguir sus propios fines. Ante un grupo de personas, suelen controlan y exigir en exceso, muestran desprecio por los demás, recurren al insulto y tratan de explotar a quienes tienen a su cargo para satisfacer sus propias necesidades. A veces, convencidos de su posición de dominio, hacen con placer comentarios maliciosos para denigrar a otros empleados, y realizan críticas injustas. Algunos pueden ser más sutiles, pero consiguen los mismos resultados usando como portavoces a personas fáciles de manipular. Si encuentran la oportunidad, ridiculizan los argumentos y las ideas de los compañeros y los muestran despiadadamente, poniendo en duda las aptitudes, el compromiso y la competencia de sus víctimas; incapaces de tolerar ninguna forma de humillación, disfrutan usándola como arma contra los demás.

¿Qué ejemplos hay de acoso laboral?
-Observaciones, comentarios despectivos o chistes.
-Contacto físico no deseado.
-Agresión física o verbal.
-Insinuaciones sexuales no deseadas.
-Comentarios bochornosos, amenazantes, humillantes, condescendientes o intimidatorios.
-Amenazas injustificadas de medidas disciplinarias.
-Debilitamiento de la autoestima de una persona.
-Estilo agresivo inaceptable del supervisor o jefe.
-Comentarios provocativos.
-Conductas o gestos insultantes.
-Llevar y traer chismes de un lugar a otro.
-Hacer de un empleado el blanco de todas las bromas.
-Comentarios de carácter personal en voz alta sobre un colega.
-Uso común del lenguaje ofensivo o comentarios insinuantes.
-Estilo agresivo de dirección.

En una época, la imagen dura y de superioridad servía a los directores de grandes empresas, pero ahora se la considera cada vez menos adecuada. Por esto, los directores suelen no mostrar con frecuencia una actitud intimidatoria agresiva directa en el lugar de trabajo, algo que sí parece ir en aumento entre personas de igual estatus. En vez de actuar como «matones», adoptan una actitud indiferente de “tómalo o déjalo”, que en muchos sentidos no es menos opresivo y humillante. Cuando los «matones» prosperan en las empresas, causan mucho daño. Al asustar o intimidar a sus subordinados les crean un estado de ánimo defensivo que sofoca la iniciativa y la innovación.

En las víctimas se combina la baja autoestima (esta aparece ante la dificultad en impedir la agresión); sentimientos de rabia hacia la institución de trabajo porque no los protege como correspondería; fuerte sensación de pérdida de la carrera o de placer en el trabajo que desencadena un bajo nivel en el rendimiento.

Lo expuesto anteriormente puede conducir a una extraña anomalía: «el matón que sigue funcionando bien aparece entonces rodeado de personas menos competentes y tiene más probabilidades que ellas de lograr un ascenso». Esta situación refuerza el sentido de superioridad del matón y le hace perder la poca sensibilidad que le quedaba hacia los sentimientos de los demás. A partir de ese momento deja de reconocer su comportamiento negativo y rara vez pide disculpas.

¿Qué hacer ante el acosador?

  • Elegir el momento y el lugar adecuado: La confrontación debe desarrollarse en privado. El acosador debe estar desprevenido, sin “testigos” que formen parte de su círculo de admiradores.
  • Especificar la conducta sin etiquetas: La víctima no debe emplear etiquetas como “no me gusta la forma en que me acosas”; con esta actitud, el acosador puede precipitarse contra la etiqueta y reinterpretarla a su modo. En vez de decir “deja de tomarme el pelo delante de mis colegas” probablemente el acosador dirá: “¿a qué te referís con que te tomo el pelo?». En vez de eso, hay que describir directamente la conducta indeseada y concreta: “no voy a tolerar que critiques públicamente mi trabajo. Si tenes algo que criticar, decimelo en privado”.
  • Mantener la sencillez y la seguridad: Los acosadores suelen tener motivaciones arraigadas que respaldan su conducta y la reactivan.
  • Describir las consecuencias: Por lo general, muchos directivos no reciben comentarios de sus subordinados en relación a las consecuencias que sus actos generan. El hecho de que la víctima se enfrente y plantee asuntos relativos a otras personas, indica al acosador que su conducta no se limita a una sola víctima en concreto.
  • Reforzar el mensaje: Los acosadores tienen un público para su exhibición de abuso de poder y esto de algún modo refuerza su fama, por eso hay que aferrarse al tema planteado, indicando exactamente el tipo de reputación que está adquiriendo el acosador. Por ejemplo: “Sabes avergonzarme cuando me humillas públicamente, pero a lo mejor no sos consciente de que también vos te humillas». La gente interpreta esa conducta como debilidad, no como fortaleza. Aunque el acosador no esté de acuerdo, la idea ya se ha expuesto y le llamará la atención.
  • Aportar alternativas: Ser capaz de generar atributos positivos a la conducta del acosador. Por ejemplo: “No siempre sos así; recuerdo que causaste muy buena impresión cuando…». Este tipo de declaración no sólo muestra al acosador que puede actuar de un modo diferente, más aceptable, productivo y beneficioso, sino que aporta a la confrontación una salida más agradable y tranquila.
  • Recaudar apoyo: Cuantas más pruebas tengan las víctimas para fundamentar sus quejas contra el acosador, mejor.
  • Anotar los incidentes: Llevar un registro detallado de los diversos incidentes y las circunstancias que los provocaron. Las anotaciones deben indicar también quién estaba presente en el momento de los incidentes; si eran de tipo humillante; y los antecedentes y sentimientos posteriores que generan esa situación.

¿Qué hacer ante el acoso laboral? En caso de acoso, se puede:

  • Hablar con el propio acosador, o escribirle lo que ocurre, cómo uno se siente y la imagen que genera en el ambiente de trabajo.
  • Presentar una queja informal ante su jefe con el fin de dejar por asentado lo que está ocurriendo en el trabajo.
  • Hablar con un contacto especializado en acoso personal para recibir asesoramiento en cómo proceder.
  • Presentar una denuncia ante el jefe de relaciones laborales.
  • Llevar la denuncia a un tribunal laboral.

Cuerpo y emoción: una relación íntima

Las emociones ejercen una influencia en el cuerpo, en particular influyen en nuestro aspecto, a través de diferentes maneras por ejemplo en el modo de vestir o la imagen que transmitimos a los demás. El modo como uno se viste dependerá del humor y, a veces de la imagen que quiera dar, entonces según como nos encontremos nuestro atuendo será elegante, seguro, informal, etc.
Con respecto a la imagen, es fácil percibir los hombros caídos, la mirada baja y los pies hacia dentro de alguien tímido o bien, la cabeza alta, la mirada penetrante y el torso erguido de alguien que está contento consigo mismo.

Asimismo y a la inversa, nuestra apariencia también influirá sobre nuestras emociones. Esto se debe al impacto que nos genera nuestro físico en relación a la imagen que tenemos de nosotros mismos y a la imagen que los demás tienen de nosotros. Nos juzgamos y somos juzgados en función a nuestro aspecto. Esa mirada y ese juicio nos provocan emociones positivas o negativas. Así es que el modo de percibirnos a nosotros mismos ya sea gordo o delgado, fuerte o frágil, pesado o ágil, varía de una persona a otra y no sólo se vincula a los criterios de peso, estatura, volumen, masa grasa, ósea o muscular. En este punto, los factores emocionales son decisivos.

La imagen que uno tiene de sí mismo también difiere dependiendo de la edad. En el adulto no influyen tando las modificaciones progresivas del desarrollo como sí ocurren en el niño o en el adolescente. Esto se debe no sólo por la maduración cognitiva del adulto sino también por los mínimos cambios biológicos que atraviesa en comparación a los cambios que ocurren en las otras etapas del desarrollo. Aquí la imagen del cuerpo influye significativamente en las emociones, pensamientos y acciones de los más jóvenes y suele influir constantemente porque los cambios suelen ser más notorios que en el adulto.

Las emociones actúan también sobre la estatura y el peso, estos no sólo dependen de los genes y de la alimentación. Si un niño/a pequeño/a tiene una vivencia en la que los demás no se ocupan de él/ella y pasa desapercibido/a, es probable que sea víctima de un crecimiento insuficiente. En relación al peso, con frecuencia «los kilos de más» constituyen una fuente de malestar y de frustración, lo que puede generar sobrepeso emocional, que acabará sumándose a los kilos ocasionados por los excesos calóricos. El sobrepeso emocional se ubicará en diferentes lugares del cuerpo dependiendo de la fisiología, pero también del significado simbólico que le demos; influyendo así en la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Naturalmente, en nuestro cerebro existe una representación de nuestro cuerpo que no sólo evoluciona en función de los cambios corporales que se van produciendo a lo largo de nuestra existencia, sino que dependen también de los acontecimientos que emocionalmente nos afectan. Por lo tanto los factores emocionales, físicos y del entorno están continuamente influyendo en la percepción que tenemos de nosotros mismos.