
¿Qué es el Kéfir?
El kéfir también llamado yogur búlgaro, leche kefirada, yoca o yogur de pajaritos, es una bebida fermentada través de la acción de un conjunto de levaduras (hongos) y bacterias (lactobacilos) que aportan gran cantidad de propiedades y beneficios para mantener la salud general del organismo.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Alto poder desintoxicante, contribuyendo en la depuración del organismo.
- Ayuda a equilibrar y regenerar parcialmente la flora intestinal, evitando la inflamación de los intestinos.
- Facilita la digestión y previene la gastritis, especialmente la causada por la bacteria Helicobacter Pylori.
- Actúa como regulador del estreñimiento, acelerando el tránsito intestinal.
- Tiene gran poder antioxidante.
- Al eliminar toxinas de nuestro organismo, puede ser de gran utilidad en casos de problemas dermatológicos.
- Los ácidos de su composición ayudan a equilibrar el nivel de azúcar en sangre.
- Contribuye a combatir la osteoporosis, por ser rica en calcio.
- Fortalece el sistema inmunológico, ya que al mantener la flora intestinal sana, impide la infección por microorganismos a través del intestino.
- Es rico en proteínas y bajo en calorías con lo cual se puede consumir en tratamientos de descenso de peso.
¿Qué aspecto tiene?
Los nódulos de Kefir tienen una apariencia que se asemejan a los ramilletes de coliflor pero son más blandos y gelatinosos, o también podrían ser parecidos a los granos de arroz un poco apelmazados (como pasado de cocción) o a un coral.

¿Cuántos tipos de kéfir hay?
Existen tres clases: de leche, de agua y de té o Kombucha. Los tres tipos son el mismo Kéfir, con la misma microflora, pero adaptados a medios distintos, por lo tanto los beneficios que nos aportan son los mismos.
El kéfir de leche es más popular, quizá porque su textura y sabor lo hacen parecido al yogur. Por su parte, el kéfir de agua no tiene la complicación de las alergias o intolerancias de la leche ya que prescinde de ella para su elaboración.
¿Cómo se preparan?
Las bacterias del Kéfir pueden ser cultivadas en casa con seguridad, y la producción de la bebida es muy fácil y rápida.
El primer requisito es obtener los nódulos de Kéfir. Estos no se venden, se regalan, con lo cual habrá que buscar alguna red virtual o persona que se los obsequie.
Segundo requisito, debemos contar con los utensilios necesarios: envases de vidrio, cuchara y colador (estos no pueden ser de aluminio).
Kefir de agua:
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 3 cucharadas soperas de nódulos de kéfir
- 3 cucharadas soperas de azúcar mascabo
- Dátiles o ciruelas deshidratadas o rodajitas de manzana o lo que más te guste
- ½ Limón (opcional)
Preparación:
Introducir todos los ingredientes en una botella de vidrio. Se tapa la botella con una gaza y una bandita elástica y se deja en reposo a temperatura ambiente de 24 a 48 horas. Luego se cuela el líquido y este se conserva en la heladera.
Por otro lado, para conservar los nódulos, estos se deben enjuagar en un colador bajo un chorro de agua fría y almacenarlos en un frasco de vidrio con agua y azúcar mascabo, listos para volver a utilizar cuando lo requiera.
Kefir de leche:
Ingredientes:
- 1 Ltro de leche
- 100gr de nódulos de kéfir
Preparación:
Verter la leche (previamente estacionada a temperatura ambiente), en un recipiente de vidrio. Añadir los granos de Kefir, luego tapar con una servilleta y gomita elástica. Dejar reposar a temperatura ambiente (24 horas para un efecto laxante o 36 hora para efecto astringente). Luego del reposo, se cuela, se separan los nódulos en un recipiente de cristal y la leche kefirada se pone en un recipiente cerrado herméticamente y se guarda en la heladera.
Para almacenar estos nódulos se colocan en leche y se mantienen en la heladera por 4 o 5 días. En caso que se requiera por más tiempo lo ideal es conservarlo en agua en el refrigerador ( de 8 a 10 días). Cuando se quiera reutilizarlos se los debe enjuagar.
Kéfir de té o Kombucha:
Ingredientes:
- Hongo de kombucha y un vasito de kombucha ya elaborado
- 1 litro de agua
- 2 bolsitas de te negro
- 80 gr de azúcar blanca (otro tipo de azucares dificultan la fermetación)
Preparación:
Hervir el agua y disolver en ella el azúcar. Con el fuego apagado, introducir las bolsas del te y dejarlo reposar durante 20 minutos. Colar la infusión y ponerla en un recipiente de vidrio de boca ancha. Añadir un vasito del cultivo anterior. Colocar el hongo con el lado más claro hacia arriba. Dejar reposar a temperatura ambiente o un poco cálida durante dos semanas. Tapar el recipiente con una gasa. La bebida se conserva en heladera. Es preferible guardar un vasito para la próxima fermentación. El hongo se puede guardar en un recipiente con té y azúcar.
Consejo:
Si nunca tomaste algún tipo de kéfir, te recomiendo comenzar con algunos sorbos los primeros días para que el organismo se vaya acostumbrando de a poco. Con el transcurso de los días se puede ir aumentando la cantidad.
Al ser un fermento natural su almacenamiento puede durar hasta un mes. A medida que pasan los días el proceso de fermentación continúa por lo que su sabor se va tornando más ácido y más gas tendrá. El tiempo que se conserve es cuestión de gusto!
Dadas las propiedades que conocimos, podemos concluir que al beber Kéfir colaboramos con la salud del organismo, facilitando el proceso digestivo, regenerando la flora intestinal y previniendo un montón de enfermedades.




















