El estrés, ya sea emocional, físico o ambiental, puede generar un aumento en la producción de radicales libres en el cuerpo. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y a diversas enfermedades.
Cuando una persona está sometida a estrés crónico, el equilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad antioxidante del organismo puede verse comprometido. Esto puede llevar a un estado de estrés oxidativo, en el que los radicales libres superan la capacidad del cuerpo para neutralizarlos. El estrés oxidativo se ha relacionado con enfermedades como cardiovasculares, neurodegenerativas, cáncer y trastornos del estado de ánimo.
Los antioxidantes son sustancias que ayudan a neutralizar los radicales libres, evitando así su daño potencial. Los antioxidantes, como la vitamina C y E, pueden ayudar a contrarrestar el estrés oxidativo causado por el estrés. Pueden provenir de fuentes dietéticas, como frutas y verduras, o ser obtenidos a través de suplementos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el estrés no se puede eliminar solo con antioxidantes.
El manejo adecuado del estrés a través de técnicas de relajación, ejercicio regular, un sueño adecuado y una alimentación saludable son aspectos claves para reducir el impacto negativo del estrés en el cuerpo.
Estudios sugieren que una ingesta adecuada de antioxidantes está asociada con un menor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas, así como con una mejor salud mental en general.

Algunos alimentos que presentan antioxidantes son:
- Frutas: Arándanos, fresas, frambuesas, moras, cerezas, naranjas, limones, uvas, manzanas, kiwis y granadas.
- Verduras: Espinacas, col rizada, brócoli, zanahorias, tomates, pimientos, remolachas, batatas, coliflor y alcachofas.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, nueces de Brasil, semillas de chía, semillas de lino y semillas de girasol.
- Legumbres: Frijoles negros, frijoles rojos, lentejas, garbanzos y guisantes.
- Granos enteros: Quinoa, arroz integral, avena, cebada y trigo integral.
- Té verde: Contiene polifenoles, como las catequinas, que son antioxidantes potentes.
- Chocolate negro: El chocolate negro con alto contenido de cacao (mínimo 70%) contiene antioxidantes llamados flavonoides.
- Especias: Cúrcuma, canela, jengibre y clavo de olor son especias conocidas por su contenido de antioxidantes.

Los antioxidantes nos brindan muchas ventajas para nuestra salud. Nos protegen contra el estrés oxidativo; permiten reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer; ayudan a prevenir el daño celular y reducir enfermedades cardiovasculares (como la enfermedad cardíaca y los accidentes cerebrovasculares) y enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer y el Parkinson); promueven una mejor función cognitiva y una respuesta inmunológica saludable para nuestro organismo.













